Texto contextualizado: |
pero del hecho mismo de que los siervos de la historia den siempre su aquiescencia y rindan culto al que ganó se deriva una extraordinaria fortaleza ideológica para el sobredorado fetiche del Renacimiento, frente a la extrema debilidad de aquellos otros viejos pendones derrotados, pues la victoria del primero ha sido reforzada por la servil y aduladora apologética, y la derrota de los segundos agravada por el ensañamiento de la denigración. Así, el prestigio histórico y cultural de que goza el Renacimiento, o lo que es lo mismo, la estólida cerrazón crítica que |
RAT:016.38 |