la envidia no es en absoluto el pecado nacional. O, mejor dicho, en cierta manera puede decirse que sigue siéndolo, porque si hay envidiados, aun no habiendo envidiosos, es forzoso admitir que de algún modo sigue habiendo envidia: la que ellos padecen como víctimasorecibencomodestinatarios;noenvidiaemitida,sinorecibida; no envidia como acción de un envidiante, sino envidia como pasión de un envidiado. Un envidiado carente de envidioso y no necesitado de él, un envidiado autóctono, autosuficiente, solipsista, onanista, masturbatorio,
RAT:124.05
RECIBIRI - Tomar o acoger [aquello que se da o que se entrega]