; me llamo Maquiavelo. -¡Caramba! Eso se avisa. Por ahí podía usted haber empezado. Gibraltar es como el sueño de un artillero enloquecido, un sueño que es delirio o pesadilla para cualquier humano normal. El propio desarrollo delaartillería-que,naturalmente,mejorabatambiénlacapacidadagresiva del posible ofensor-, unido a las características de plaza fuerte asediable y bloqueable, junto con las de pequeño enclave inscrito en país extraño y lejano a la metrópoli que le añadió la posesión británica, forzandolo