Comuneros sean los Comuneros. Pero con tales y tantas restricciones -se dirá el que acostumbra a hacer su caldo con todo lo que entrilla- ¿qué puede uno hacerse ya con el ayer? No todo, ciertamente, sino más bien poco: tan sólo aquello que le pertenece;puescadacosaimponesupropiacondiciónyseresisteyse hurta a quien intenta violentarla con cualquier uso que la contradiga. La confección del jabón es lo único que se traga y asimila toda suerte de ingredientes, pero aquí no se trata, según creo y espero, de fabricar jabón.