Texto contextualizado: |
honrarse, ni aun en ficción retórica, de no haber hecho aquello que María se digna levantar y mantener como su más alto título de honor? Se dirá que no hay que revolver lo terrenal con lo celeste y que por riguroso que pueda ser cualquier cristiano en los castigos de este mundo no ha de pedir para nadie la perdición eterna, pero hay una tradición según la cual cristianos declarados lanzaban hasta en el templo las más espeluznantes maldiciones eternas contra los enemigos de la fe, contendiendo de esta manera |
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