. Así, como ha recordado recientemente James Reston en el New York Times, para el norteamerican de hoy -y yo creo que no sólo para él- también en las negociaciones es preciso ganar. Pero este ganar, quede bien claro, no significa obtenerventajasefectivas,sinolograrlasimbólicaaparienciapública de una victoria, la apariencia de que las concesiones han sido arrancadas a la parte contraria contra su voluntad, sacrificando incluso, a los efectos, siempre que sea preciso, alguna ventaja real. Hace ya tiempo había