y multitudinarios festejos de que se ve rodeado el más pequeño fasto o efeméride renacentista hay que reconocer que la presente romería es una gota de agua en el océano. Pero tampoco el reconocimiento de la perfecta insignificancia, inoperancia e inutilidad de esta función debe engañosamente pretender ser un truco paralogrardeella,porelcaminoinverso,unaimposibleeimportuna utilidad. De esta función, como de cualquier otra fiesta o conmemoración, no debería salir absolutamente nada más que la propia fiesta y conmemoración, cosas que, frente a todos los demás actos de los hombres, gozan