suponerle ahora un significado todavía más drástico del que allí se le daba. No cuenta el valor objetivo de lo obtenido, sino sólo el subjetivo, para aquel cuyo fin es tan sólo la afirmación, el aumento y la complacencia de su propio ser, lo cual sólo se lograpornegaciónydetrimentodelcontrario,porquesenutreespecíficamente de esa negación o más bien consiste en ella. No se disputan cosas, sino que, como en una contienda deportiva, lo único que se disputa es quién vale más (es notable cómo en el Mio Cid la fórmula ritual del desafío