| Texto contextualizado: |
su identidad, como gusta hoy decir la detestable y corruptora jerga de las autonomías, y lo de Gibraltar será, sin duda, un argumento de peso para mostrar cómo la identidad es justamente algo que hay que tratar de no tener, como un tumor maligno. Jamás habríamos podido imaginar que iba a ser justamente en Gibraltar donde nos fuese dado el raro privilegio de asistir a la ceremonia religiosa más solemne de toda nuestra vida, pues, en efecto, nada menos que siete mitras llegaron a reunirse en el gran hangar del campo de aviación, |
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