. Cuando el juez instructor le preguntó con su estilo lateral si sabía quién era el difunto Santiago Nasar, ella le contestó impasible: --Fue mi autor. Así consta en el sumario, pero sin ninguna otra precisión de modo ni de lugar. Durante el juicio, que sólodurótresdías,elrepresentantedelapartecivil puso su mayor empeño en la debilidad de ese cargo. Era tal la perplejidad del juez instructor ante la falta de pruebas contra Santiago Nasar, que su buena labor