bárbaro e infantil, pero también de caballeresco y redentor.) Una eficacia tan bestial como ésa puede también hacer el prestigio de una institución. Por mi parte, frente a la idea de la defensa a ultranza, para el sentir de algunos, del prestigiodelasinstituciones,prefierolanobleyhumanaestimacióndel Rey de España cuando, en una reciente alocución castrense, puso el bien de la paz por encima de todo prestigio y todo orgullo. LA CONCIENCIA DEBIL