Texto contextualizado: |
Gibraltar, entonces en poder del reino de Granada, hecho ocurrido en 1436. Organizada ya la expedición, el maestre de la flota -supersticioso como todo marinero- conmina al conde a aplazar para otra fecha la partida, apelando a las múltiples señales infaustas observada como agüeros adversos que preanuncian el fracaso de la empresa. Pero el conde es ya un alma del Renacimiento que ha dejado de creer en "abusiones" (sic, como abusos y con el sentido de supersticiones), y a la serie de agüeros del maestre contrapone otra serie de las que él mismo |
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