a toda reclamación de derechos sobre la soberanía de Gibraltar a cambio de la donación de la Venus del espejo por la National Gallery al Museo del Prado". No es que yo piense que la diosa no esté allí magníficamente atendida, aunque en ninguna parte recibiría jamás el culto quemerece;peroamínomeesdadodesplazarmeaLondrescadavezque me venga la añoranza de poder contemplar sus absolutamente incomparables caderas. Pero tampoco sería una solución satisfactoria para todos, porque la propia inmensidad del precio pagado, en tal supuesto, por la Corona