Tampoco en aquello debí ceder; sobre todo después de que en uno de aquellos paseos la lluvia y la noche te sorprendieron en el camino del bosque. No sé por qué estaba obsesionado con aquella idea, pero yo imaginaba que no deseabas regresar conmigo, que luchabas cada día porretrasartuvueltaacasa,pornotransmitirme algo que tú ya probabas y que --dentro de ti-- te iba envolviendo y dominando. »La primera de las noches que volviste tarde fue