Jano nunca podía controlarla, porque ella iba acompañada por su perro alsaciano. El primer día, cuando intentó seguirla entre los pinos de la ladera, el perro regresó atrás furioso para descubrir a Jano y ladrarle. Era una situación absurda y desesperante; desesperante noporqueprovocarapasiónalgunasinopor el estímulo y la intriga que para él suponía el comportamiento de la muchacha. A veces, cuando Jano estaba enfrascado en sus lecturas, Betina aparecía con sigilo a
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PROVOCARI - Hacer ocurrir como reacción o respuesta