Texto contextualizado: |
demás, pagando así con vil ingratitud la generosidad de quien les pudiera haber concedido sus favores con menos tacañería de la habitual. Se hablaban unos a otros de sus aventuras, porque una vez que se tenía novia, de la novia ya no estaba bien visto contar nada. Se daba por supuesto que aquella que se había elegido para esposa decente no constituía material de narración. Una vez traspasado el umbral de la presentación, el hombre seguía llevando la batuta de las relaciones |
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