Texto contextualizado: |
vuelta, se le podía decir: «Ahora no puedo, oye, que estoy sin arreglar», pero con un chico no era normal hablar de eso, a no ser que ya se hubiera convertido en novio formal, y aun así con reservas. Lo que más rabia daba era que él luego no supiera apreciar aquel esfuerzo, que no se fijara en que el peinado o el traje eran distintos, o que dijera: «¡Pero qué más da, mujer, si tú estás bien de cualquier manera!» La explicación de que una muchacha se resistiera a recibir |
USO:129.33 |