Texto contextualizado: |
una mujer les intrigaban menos, más bien les podían aburrir; en líneas generales aceptaban con mayor o menor resignación el tópico de que «a la mujer no hay quien la entienda» y se dedicaban a estudiar otras asignaturas, menos superfluas. El hombre -dice un texto- da por descontado a la mujer entre las cosas serias y gobernables de la vida, pero la deja a un lado catalogada entre las superfluas, inesperadas y gratas a su placer. La mujer, por el contrario, a excepción de las feministas |
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