, ni para alimentar a los enfermos en condici ni mucho menos para permitirse el lujo de que dejaran de trabajar por unos meses y se dedicaran a hacer reposo en una chaîselongue en la Sierra. Era, en una palabra, una enfermedad depobres,peroquesóloconseguíancurárselalosricos.Talvez por eso, aunque menos vergonzante que las venéreas, también se aludía a ella con eufemismos. llamar «tísico» a alguien era casi un insulto, era como llamarle «desgraciado» o «muerto de hambre».