Texto contextualizado: |
no sugieras nunca planes «atopolinados». De los planes atopolinados, según era fama, se sacaba poco en limpio; mucho alarde de inconsciencia y frivolidad, pero nada entre dos platos. Ahí estaba el quid de su contradicción. En que las niñas topolino, aunque aparentemente «dieran mucho pie», a la hora de la verdad se solían echar para atrás igual que las que no fumaban ni llevaban gafas ahumadas, sólo que frenando con menos delicadeza, y más expuestas a la bofetada. |
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