y, sin proponér, se encontró sumergido en una muchedumbre multicolor que deambulaba lentamente entre los puestecillos de frutas y verduras. Jano volvió a sentir la dicha que suponía estar en contacto con otros seres, con la realidad del mundo. Compró unas manzanas y se alejó del mercado paracomerlasenunaplazaretiradaalaque daban sombra unas acacias de hojas ya resecas. Se sentía satisfecho de aquella paz que le concedían el aire fresco y su serenidad interior, cuando vio pasar