dos, el de Francesca y el de Betina? Sólo sabía que desde que había echado al correo la larga carta se sentía poseído por una alegría interior, fresca y jubilosa. Se sentía lleno de fuerzas y como purificado. Jano no demoró ni un minuto más su partida. Contemplóellagoylaorillaizquierda,elcamino que señalaba la dirección de las altas montañas hacia Oriente. Había sabido por fin quién era la verdadera destinataria de la larga carta. Ahora también