estúpidamente paralizado. »Cuando reaccioné me sorprendí al contemplar un espectáculo maravilloso: arriba el firmamento estaba lleno de millones y de millones de estrellas purísimas, de trozos de hielos fulgurantes, de astros vivos y de arracimadas constelaciones. Sé, Francesca, quejamásenmividavolveréacontemplarunanoche como aquélla. Pero aún gocé --¿gocé o sufrí?-- una nueva sorpresa. Cuando me aparté de la casa para asomarme al borde del prado que descendía, vi