que había visto un pájaro fosforescente aleteando sobre su antigua casa, y pensaba que era el ánima de su esposa que andaba reclamando lo suyo. El alcalde se dio en la frente una palmada que no tenía nada que ver con la visión del viudo. --¡Carajo!--gritó--.¡Semehabíaolvidadoese pobre hombre! Subió a la colina con una patrulla, y encontró el automóvil descubierto frente a la quinta, y vio una luz solitaria en