... ¡Eso no!... NÉSTOR.- (Casi colérico.) ¡Mide tus palabras, Dionisio! DIONISIO.- Nunca las he medido tanto. CHARITO.- (Su voz.) ¡No!... ¡Dejadme!... ¡Madre!... (Senotaquealguienleahogalavoz.ROSAmirahaciala ventana y escucha, muy turbada.) NÉSTOR.- (Da unos pasos hacia DIONISIO, cerrando los puños crispados.) ¿Estás loco?