. (Va a la mesa, bebe un trago de su vaso y recoge el cuaderno.) DIONISIO.- Pronto volverá. Ya lo verás. (Retorna a su lado.) ROSA.- (Súbitamente asustada.) ¿Y ella? ¿Y si me la matanaellaalvolveracasa? DIONISIO.- ¡Rosa, no pierdas los nervios! Sería demasiada casualidad. ROSA.- Ya es de noche... Néstor tendría que haber vuelto