Texto contextualizado: |
», de conversación tan divertida y brillante como incierto porvenir. Tampoco es nuevo eso de que los más zánganos son los más divertidos. Luego ya en la perspectiva del hogar, piensa que los tranquilos, feúchos, aburridos, poco brillantes, en fin, son más convenientes para deslizarse por la existencia sin muchos barullos. Pero como el marido no surge hasta que el novio se acaba... En fin, un lío. Prueba con ese pretendiente, buenecito él, transigente y pacífico él, que no es tu ideal pero puede |
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