Texto contextualizado: |
y tantos pepes de la época «se descarriaban» con la complicidad jocosa de los amigotes, sabían que en el fondo contra quien estaban pecando era contra la santa madre. Y por eso era también a ella a quien había que desagraviar más adelante, eligiendo una novia que le diera gusto. Pero para la elegida, por muy decente y modosa que fuera, dar gusto a la futura suegra no era tarea tan fácil. Enamorarse de su hijo entrañaba la osadía de intentar destronarla, o al menos así lo |
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