. No pudo seguir, pero abrió los ojos. Quizá debiera pensar, pensar, pensar. -Hay que pensar --se dijo--, se oyó decírselo, debió haber hablado en voz alta, lo oyó. --Pensar --dijo--. ¡Pensar,pensar!--gritó--.Manteníael vaivén, temeroso del dolor, de que una distracción detuviera el movimiento. Comenzó una salmodia para ayudarse a conservar el aviso percibido: pensar, pensar, pensar