La culpa es inapelable, sin rostro, sin figura, su presencia es el águila que planea. Sólo si uno se expone a su mirada ella lo distingue y, acaso irritada por ese acto de soberbia, deja que el ojo de la fatalidad caiga sobre el insensato y se introduzcacomounmalenél.Aunquelasuerte es antojadiza, y en ocasiones ayuda a quien tiene la audacia de salir a buscarla, nunca se supo de suerte alguna que por su medio lograse torcer la
MIR:105.03
INTRODUCIR - Hacer entrar, meter o poner una cosa en el interior de otra o entre varias