el libro. Sus ojos brillaron con ferocidad y un ataque de cólera la conmovió de pies a cabeza. --¡Qué estás pensando, bruja! --dijo ella, tuteándola con desprecio y lanzando el misal contra una de las paredes. --¡Lequemalasmanos!--gritóasustadatíaElisa. --Esta prueba es definitiva --sentenció emocionada doña Rosaura. Bene se había dejado caer abatida en un sillón. En aquellos momentos ofrecía el aspecto de una mujer extremadamente