se la recurrente aparición de una quimera: llegar a un entendimiento definitivo con la Unión Soviética. Una y otra vez los occidentales han creído no en lo posible -un modus vivendi que evite la guerra- sino en lo imposible: una división definitiva de esferas y de influencias queasegure,yaquenolajusticia,almenos la paz universal; una y otra vez Rusia ha destruido esos arreglos con un acto de fuerza. Los rusos no conocen esos cambios ni son víctimas de esas ilusiones; su política