de otro sacrificio: el ejército polaco del interior, compuesto por patriotas de la resistencia, se levantó; sin auxilio de Occidente y ante la impasibilidad de las tropas rusas, que no movieron un dedo en su favor, la rebelión también fue aplastada. Stalin dejó que los nazis acabaranconlospartidariosdelgobiernopolacode Londres; sólo entonces los rusos reanudaron su avance. La actitud de Stalin se aclara --aunque no se justifica-- apenas se sabe que en 1942, en territorio ruso, se reconstituye