lago hubieran puesto, en alguna medida, freno a tu mal. Un día de distracción en el lago no le habría venido mal a tus nervios y acaso hubiéramos dispersado aquellas sombras que, levemente, iban ahondando tus ojeras, borrando el brillo de tu mirada. »Debíasdeintuirtuinminentederrumbe.Quizá por eso las últimas tardes preferías pasear a solas, dejarme en la casa con mis lecturas. Te ibas sola paseando al pueblo para cumplir aquella cotidiana tarea