como un apoteósico mensaje de gozo y de condenación. »Recordarás también, Francesca, que de las tres propuestas de excursión hechas por Fulvio, aceptamos dos de ellas y rechazamos la tercera. Pasamos un día en Torno, viendo la Villa Pliniana, que según latradición,habíahabitadoPlinio,elescritorromano. A la extraordinaria Villa Carlota, con sus terrazas llenas de azaleas y de rododendros --especialmente floridos en los días de primavera-- fuimos sobre todo con la