(Viviana tenía siete pacientes a su cuidado; es verdad que los pacientes de Sepúlveda, por lo general no sufrían «complicaciones»). De la limpieza y del servicio de comida se ocupaba otra muchacha, quizá dejada, pero buena persona. Lafrasequehabíasoñadosecumplió.Alanoche, antes de apagar la luz, lo visitaba la enfermera. Le preguntaba si necesitaba algo, miraba que no faltara agua fresca en el termo, le arreglaba un poco la cama.