suele decir: «¡Cuánta razón tenía Freud, en lo del sexo!» Ya se sabe que no es devoto del psicoanálisis. Con relación a los médicos, Abreu los clasifica en dos grupos: los estudiosos y los que tienen, como los charlatanes,lavirtuddecurar.Élseincluyeenel primer grupo. En cierta medida le doy la razón. Me consta que es un estudioso y que al hablar de cuestiones médicas despliega un deslumbrante acopio de