dejado de verse. Compañero en la facultad de Letras, de lo mejorcito que había allá, Paco Anselmi se vinculó con un grupo de farristas insoportables, que practicaban el humor por medio de bromas pesadas y estúpidas. Una semana después Llamó para pedir hora. --¿Leconvieneelviernespróximo?--preguntó la secretaria. --Sí --dijo Olinden. Le pareció raro que el único médico en el mundo capaz de renovarle a uno la juventud, en