que cruza el río Reconquista. Repitió Valeria: --En Liniers y Pirovano. --De pronto agregó: --Si no voy a casa, voy directamente. Se avino a la propuesta, aunque no lo convencía del todo. A mitad de camino comprendió el error queibaacometer.Silamuchachanoqueríaverel peligro debió abrirle los ojos. Su casa era una trampa en la que pasaría una larga hora de ansiedad. Quién sabe si después no sería tarde para salir.