.» De la boca para afuera y ante los amigos yo desaprobaba a Rossi; pero en mi fuero interno solía acompañarlo de corazón porque sus peroratas daban rienda suelta a sentimientos que trabajosamente y de mala gana reprimíamos. Rossi rechazaba la idea de quealgúnpaísdelhemisferiopudieraaventajarnos. Un día me armé de coraje y observé: --Sin embargo los números cantan. La ciencia estadística no deja lugar a fantasías. Lo recuerdo como si fuera hoy. En días