del tren, salía de Constitución, tomaba un automóvil de alquiler. Aunque nada deseaba tanto como llegar a su casa, dijo al hombre: --A Soler y Aráoz, por favor: En ese instante había sabido cuál de los amigos eraelmuerto.Labruscarevelaciónloaturdió.El chófer trató de entablar conversación: preguntó desde cuándo faltaba de la capital y comentó que, según decían algunos diarios, se había levantado la huelga, lo que estaba por ver