me exponía a recibir como respuesta una certidumbre capaz de volver imposible la continuación de la vida. De todos modos, la idea de una larga duda me pareció demasiado cansadora y me animé a plantear la pregunta. Contestó: --¿Incurable? No necesariamente. Hay casos, puedo afirmarqueserecuerdancasos,deremisióntotal. --¿De cura total? --Vos lo has dicho. Pongo las cartas sobre la mesa. En situaciones como la presente, el médico recurrirá