de edad. Pudo acobardarse, pudo buscar apoyo en alguien de la familia. Se las arregló sola. «Y por suerte ahí va caminando con Amenábar», pensó Arturo. «Sería desagradable que tuviera al otro a su lado.» EntraronenelParqueJaponés.Arturoadvirtió con cierto alivio que nadie se apuraba por llegar al Nóumeno. Lo malo es que no era el único peligro. También estaba la Montaña Rusa. Para sortearla, propuso el Water Shoot