vez habría que celebrarlo. El discípulo repitió la frase y el maestro abrió un armarito, sacó un botellón que contenía líquido de color granate y llenó dos pequeños vasos. Brindaron. --¿Le cuento? --Cuente. --Primerounpocodehistoria.Sibienmeacostumbré a compartir este chalet con la rata, noto que el animal año tras año ocupa mayor lugar en mis pensamientos. Para que no me domine, procuro entretenerme y me pregunto,