, pero creyó que él estaba arriba, insultando a los hermanos Vicario desde el balcón de su dormitorio. Subió a ayudarlo Santiago Nasar necesitaba apenas unos segundos para entrar cuando se cerró la puerta. Alcanzó a golpear varias veces con los puños, y en seguida se volvió paraenfrentarseamanoslimpiasconsusenemigos. "Me asusté cuando lo vi de frente --me dijo Pablo Vicario--, porque me pareció como dos veces más grande de lo que era." Santiago Nasar levantó