Texto contextualizado: |
de portal. Si a esto se añade el hecho de que los comentarios familiares, de donde podía llegar algún atisbo de información para los niños, se solían formular en sordina y bajo advertencias temerosas que impedían su posible ampliación, se entenderá que aquellos «flechas y pelayos» que arriaban bandera en los campamentos juveniles, tanto si tenían vocación de «res publica» como si no, estaban jugando a un juego que los entontecía. También en los tebeos de aventuras brillaba totalmente por |
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