andaba todavía por las ramas; pero todos los indicios me llevan a pensar que si hubieras limitado la tarde a charlar en un banco desde el cual se viesen árboles, nubes y primeras estrellas, tal vez el clima hubiera contribuido a mejor resultado. Sindudaestareuniónaquealudeeltextocitadoseestaba celebrando, a lo que se vislumbra, en una casa particular que tal vez pudiera tener un jardín. Los años cuarenta conocieron la eclosión de las fiestas caseras denominadas «guateques», para las que