para que los hijos pudieran seguir viendo a sus padres aliados en lo esencial, en la tarea de sacarlos adelante a ellos, de enseñarles a amar la España nueva, de prohibirles cosas. El padre junto a la madre como un bloque indestructible ante el cual se estrellabacualquieractitudquenofueraladelrespeto. De la misma manera había que mirar a Franco y al Papa. Encadenados uno a otro, apoyandose mutuamente en aquella cruzada del espíritu contra la materia, mediante cuya exaltación se