La nieta enfermera sabe que no hay nada más femenino que su fortaleza. Mario Coloma, un periodista entusiasta, que entrevistó en julio de 1941 en la Escuela del Hogar de la Sección Femenina, sita en el Paseo del Cisne de Madrid, a un grupo de muchachas dispuestasapartirhaciaRusiaconlaexpediciónespañola,encomiaba su mezcla de feminidad y fortaleza en un tono no demasiado diferente del empleado en algunas novelas rosa escritas por mujeres que, como Carmen de Icaza, decían abominar del género.