matarlo. Clotilde Armenta, la dueña del negocio, fue la primera que lo vio en el resplandor del alba, y tuvo la impresión de que estaba vestido de aluminio. "Ya parecía un fantasma", me dijo. Los hombres que lo ibanamatarsehabíandormidoenlosasientos,apretando en el regazo los cuchillos envueltos en periódicos, y Clotilde Armenta reprimió el aliento para no despertarlos. Eran gemelos: Pedro y Pablo Vicario. Tenían 24
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DORMIR.1 - (Hacer) Entrar en un estado de reposo y suspensión de la conciencia